El colegio Sagrado Corazón de San Javier abrió sus puertas en el año 1957 tras la iniciativa del coronel de la Academia General del Aire, Don Julio Salvador Benjumea. Este coronel vino destinado a San Javier desde Madrid, donde sus hijas estudiaron en un colegio de la Congregación de las Reparadoras del Sagrado Corazón. Satisfecho con la educación recibida en ese centro quiso enriquecer la enseñanza en la zona de San Javier, para ello contactó con estas religiosas para gestionar un centro educativo en la localidad. Así fue, en octubre de ese año seis religiosas se trasladaron a la población murciana procedentes de Guadalajara.
La Congregación de las Reparadoras del Sagrado Corazón se fundó en Burdeos en el año 1799 por la Madre María Angélica Fatin. Llevaron a cabo sus fundaciones por otros lugares de Francia, hasta que llegaron a España, donde abrieron su primer colegio en Navarra, al que siguieron otros, como el nuestro.
Desde sus inicios el colegio de San Javier se ubicó en la casa donde se encuentra el centro actualmente. En un principio la oferta educativa era para las hijas de los militares de la Academia General del Aire de Santiago de la Ribera, aunque cada vez llegaban más peticiones de gente de fuera que querían acudir al centro. De este modo, se comenzaron a matricular niñas de familias civiles, así como niños que permanecían en el centro sólo hasta la Primera Comunión. Finalmente, en 1985 el colegio pasó a ser totalmente mixto.
La Congregación de las Reparadoras del Sagrado Corazón continuó gestionando el centro. En 2007 se celebró el “Cincuentenario”, un momento emocionante donde se realizaron actos que sirvieron de encuentro para antiguos alumnos y profesores.
En septiembre de 2011 hubo un cambio importante en el centro: se incorporaron los Padres Dehonianos. Un año después, en septiembre de 2012, se cedió la titularidad del colegio a la Congregación de Sacerdotes de Sagrado Corazón de Jesús, momento en que cuatro sacerdotes se incorporaron para llevar a cabo funciones lectivas, pastorales, administrativas y de dirección. Los fundadores de ambas congregaciones, la Madre María Angélica Fatin y el Padre Dehon, tenían ideas y experiencias parecidas en su vida de modo que la adaptación a este cambio fue fácil debido a que sus idearios eran muy similares.
La educación del centro se basa en el mensaje de las Madres Reparadoras: Jesús y su mensaje siempre han sido el mejor proyecto de existencia. Perseguimos conseguir una buena formación académica basada en los valores cristianos.